Si
la historia estuviese representada por un lugar sería, sin duda, la ciudad que
hoy visitamos. Centro de una de las civilizaciones más antiguas que influyó en
la sociedad, la cultura, la lengua, la literatura, el arte, la religión o la
forma de vestir de los siglos sucesivos.
Una
gran capital que nace alrededor de un río y que se caracteriza por su grandeza
arquitectónica y escultórica, aunque aparte de esto, los visitantes dicen
encontrar allí un lugar con encanto que mezcla su costumbrismo típico con el
paso de los años latentes en cada una de sus calles. Tanto es así que todo
aquel que la visita una vez necesita ir de nuevo.
Les
hablamos de una ciudad donde el pasado se funde con el presente. Y será por
esto que la llaman La Ciudad Eterna o más conocida popularmente como Roma.
Y comenzamos nuestro viaje por uno de los
monumentos más visitados del mundo. Se trata de la Fontana Di Trevi, una
monumental fuente de estilo Barroco donde se puede apreciar en el centro la
estatua de Neptuno domando dos caballos de mar guiados por tritones.
Una
de sus características más destacadas es el contraste entre la monumentalidad
de la fuente y la estrechez de la plaza en la que se encuentra. Está tan
escondida entre las callejuelas de su alrededor que cuesta trabajo encontrarla
para así suscitar la sorpresa del turista, que queda fuertemente impresionado
cuando se la encuentra.
Pero
lo verdaderamente interesante para los turistas que visitan este maravilloso
complejo arquitectónico es la leyenda que lo envuelve. Según dicen, al arrojar
una moneda a esta fuente nos aseguramos la vuelta a la ciudad algún día. Tan
extendida es esta costumbre que les será difícil poder contemplar con calma
esta fuente ya que cientos de visitantes se congregan durante el día en este
enclave turístico. Si lo que desean es disfrutar tranquilamente de la
espectacularidad del monumento, es recomendable visitar la Fontana de Trevi a
altas horas de la noche cuando solo puedan oír el sonido del agua caer con una
perfecta iluminación.
Y
hablando de agua... Además de la Fontana Di Trevi, si algo no falta en Roma son
sus conocidas fuentes instaladas por toda la ciudad y en cada una de sus
plazas. De esta forma, queda latente la pasión que sentían los romanos por las
aguas públicas, también demostrable en los acueductos y los baños termales
construidos en la Roma Antigua. Y es que si en algo fueron pioneros fue en la
canalización de los sistemas de agua que abastecían toda la ciudad. De esta
forma, el visitante podrá disfrutar de agua potable a cada paso de su recorrido
y en caso de visitar Roma en verano, podrán refrescarse ya que las altas
temperaturas son una constante en la época estival.
Sin
duda, uno de los elementos más característicos de la ciudad eterna son sus plazas.
Desde la Piazza Spagna hasta la Piazza Navona, cada una de ellas
presume de magníficos edificios, fuentes o flores que las dotan del
característico costumbrismo italiano. Una de las más espectaculares es la Piazza
Venezia donde destaca el enorme monumento en mármol blanco a Víctor
Manuel II, construido para conmemorar la unidad de Italia. Éste tiene una
gran escalera central que conduce hacia un altar donde se encuentran los restos
de un soldado desconocido fallecido en la Primera Guerra Mundial. Además, a
ambos lados de la escalinta dos fuentes representan el Mar Tirreno y el Mar
Adriático para destacar en el centro la estatua ecuestre de Victor Manuel II.
Este monumento también rinde tributo a la diosa Victoria con dos estatuas de
ella con sendas cuádrigas.
Y si deciden viajar a Roma... es de obligada visita el majestuoso Coliseo.
Este
anfiteatro construido en el siglo I estaba dedicado a juegos, especialmente
sangrientos, que despertaban el entusiasmo entre los espectadores. Los
espectáculos más frecuentes eran las luchas entre gladiadores, caza de animales
o las batallas navales. Para asistir a estos eventos, el público accedía por
unas puertas llamadas arcadas situadas en la parte inferior para luego subir a
la grada que les perteneciese según su clase social. Pero fíjense bien en la
organización establecida: en el podium se sentaban los senadores, magistrados y
sacerdotes, la segunda grada era ocupada por los aristócratas, ya en tercer
lugar entraban los ciudadanos ricos y pobres aunque separados y la parte
superior del edificio se reservaba para las mujeres pobres.
Un
claro ejemplo de este edificio y las actividades allí realizadas es la película
Gladiator inspirada en la historia de la Antigua Roma.
Y
hablando de cine... otro lugar de Roma que ha servido como escenario
cinematográfico es el Circo Máximo. Seguro que recuerdan aquella mítica
escena de las carreras de cuadrigas en la película Ben-Hur...
En
la actualidad se conserva muy poco del Circo, con la excepción de la pista de
carreras, hoy cubierta de hierba, y la espina. Algunas de las verjas de salida
se conservan, pero la mayoría de los asientos han desaparecido. Aun así el
terreno se sigue utilizando para fines lúdicos como conciertos o espectáculos.
Otro
de los sitios más emblemáticos y que mejor nos permiten conocer la forma de vida
civil es el Foro Romano. Antiguamente era el núcleo de la ciudad y allí
se llevaban a cabo las asambleas del pueblo y del Senado, las elecciones de los
magistrados, las ceremonias religiosas y la administración de la justicia. Allí
tenian cabida multitud de edificios y templos dedicados a los negocios, el
comercio o la religión.
Actualmente
el Foro conserva importantes restos de la época con varias restauraciones
realizadas tras un incendio y el desgaste del paso de tantos años. El visitante
puede conocer la ubicación de cada uno de los templos o edificios allí
instalados a través de carteles informativos que permiten hacernos una idea de
la estructura y la función de cada uno de ellos. Además, el Foro está conectado
con el Coliseo a través de la Vía Sacra, un camino altamente recomendado para
todos los apasionados de la historia.
Y
si algo no falta en Roma son los templos...
La
tradición religiosa se mantiene viva en cada una de sus múltiples iglesias repletas
de un patrimonio artístico muy elevado. Uno de los lugares que más suscita el
interés de los turistas es el conocido Panteón de Agripa, construido en
honor a los dioses. El interior de este edificio es verdaderamente original y
grandioso con nichos de personajes ilustres e importantes obras de Caravaggio.
Pero lo que es verdaderamente sorprendente si entran en el Panteón es su
inmensa cúpula con una apertura que deja entrar la luz al interior del
edificio.
Y
si hablamos de grandeza pensando en Roma ¿qué es lo primero que se les viene a
la mente?
Muchos
coinciden en decir que el Vaticano es el principal ejemplo. Tanto es así
que es una de las ciudades-estado más ricas e importantes del mundo. Allí se
encuentra la conocida Basílica de San Pedro, un conjunto arquitectónico de
dimensiones abismales para la que han trabajado artistas tan relevantes como
Bramante, Miguel Ángel o Bernini. Su inminente fachada cuenta con nueve
balcones, entre los cuales se halla el Balcón de la Bendición desde donde el
Papa imparte la bendición a los múltiples fieles que se congregan en la Plaza
de San Pedro.
Una
vez nos adentramos al interior de la Basílica, no podrán dejar de contemplar la
grandeza del edificio, pues se trata de la mayor obra concebida para celebrar
lo Sagrado de la Iglesia Católica. Su estilo arquitectónico navega entre el
Barroco y el Renacimiento con una gran cantidad de reliquias y tesoros
artísticos, entre los que se encuentran la escultura de La Piedad de Miguel
Ángel o la Cátedra de Bernini. Aunque lo más destacado de la basílica es su
impresionante cúpula, considerada la obra de albañilería más grande que se ha
conocido jamás.
Aunque
a pesar de toda su riqueza artística, el Vaticano genera una gran expectación
entre sus fieles por la colección de sarcófagos que alberga en la planta baja
de la Basílica. Allí se pueden contemplar numerosas tumbas de antiguos pontífices
o la Capilla del Apóstol San Pedro, que recoge los restos del discípulo. Este
lugar se ha convertido en uno de los principales lugares de culto para los
católicos.
Como
pueden comprobar, conocer todo su patrimonio artístico en profundidad nos
llevaría un largo período de tiempo..., por eso lo recomendable es alternarlo
con la gran cantidad de actividades que ofrece la ciudad. La abundancia de
zonas verdes les da la posibilidad de pasear por paisajes naturales
verdaderamente increíbles. El Parque de Villa Borghese es un fantástico
lugar donde encontraran desde jardines típicos italianos hasta galerías de
arte. Una forma divertida y diferente de conocer todas las fuentes y edificios
de este Parque es recorrerlo con bicicletas para así disfrutar de unas
estupendas vistas al aire libre.
Otra
alternativa para los más románticos... es pasear por el puente Milvio
que también guarda una tradición muy común entre las parejas que visitan la
ciudad. Allí se suelen colgar candados para después tirar la llave al río Tiber
que lo atraviesa como señal de amor eterno.
Un
itinerario también muy recomendado es el de Vía Veneto, una de las
calles más famosas de la capital italiana por ser escenario de la conocida
película de Fellini La Dolce Vita aunque en la actualidad se caracteriza por
sus tiendas de lujo y restaurantes prestigiosos.
Y
hablando de restaurantes... No tienen que buscar mucho para encontrar lugares
asequibles donde poder disfrutar de la gastronomía italiana. Uno de los barrios
más populares es el Trastevere, una zona medieval que se caracteriza por
sus estrechas calles y su fuerte identidad local. Allí podrán degustar pizzas
hechas al horno en negocios pequeños pero muy típicos. Sin duda, este barrio es
uno de los que más encanto guarda en la capital romana, de ahí a la continua
afluencia de turistas tanto de día como de noche...
¿Se han quedado con ganas de
más? Pues esto es solo un adelanto de lo que pueden encontrar en Roma. Una
ciudad que condensa la historia con el arte y a su vez el costumbrismo con la
tradición. Una ciudad en la siempre tendrán algo que descubrir y algo que les
impresionará... Una ciudad especial que jamás borrarán de su memoria y es por
esto por lo que todo el mundo la llama 'La ciudad eterna'.
Ay, Roma... la ciudad eterna. Maravilloso y mágico lugar. Espero volver muy pronto, y en la mejor compañía :)
ResponderEliminarDicen que quien va una vez, vuelve seguro. Espero que se repita tu viaje y la compañía, por supuesto.
EliminarUn saludo.
Yo fui por primera vez cuando tenía 16 años, fue la primera vez que me enamoré de una ciudad, prometí volver y años después viví allí un año. Me supo a poco, y no descarto volver, pero no unos cuantos días, sino otra vez para una larga estancia... Tus palabras me acercan otra vez a sus calles, a su arquitectura y a su historia. Un placer haber descubierto este blog, consigues permitir recordar.
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